A pesar de llevar despoblado más de 500 años, “La Avellaneda ” se resiste
a desaparecer totalmente como lo han hecho otras muchas aldeas.
Cuenta la leyenda que el abandono del pueblo fue
debido a un ataque de termitas que obligó a sus gentes a huir a otro
asentamiento. Se cree que en este momento es cuando se fundó el actual
establecimiento de Castañar de Ibor situado a pocos kilómetros de “La Avellaneda ”.
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